Seguimos de superhéroes, pero hoy interpretados por personas de carne y hueso. El que más y el que menos maneja referencias de Batman, del que se ha escrito y producido todo y más. Un superhéroe de los de toda la vida. Y como bien sabemos, un sibarita con todo lo que le rodea. En una ciudad tan abiertamente Art Decó como Gotham, no podían faltar dos obras maestras de esa época como las lámparas AJ y PH de Louis Poulsen.

Solamente sabiendo cómo está diseñada la cueva donde lleva a cabo sus operaciones y donde tiene sus vehículos guardados, podemos hacernos una idea del tipo de entornos en los que le gusta moverse a Bruce Wayne. En las últimas adaptaciones cinematográficas, se puede apreciar un mayor protagonismo de la arquitectura como eje central para enfatizar el diseño que envuelve al personaje y a su paisaje.

Era evidente, que en tales circunstacias la lámpara de sobremesa PH tenía que estar presente. La familia de lámparas PH, diseñadas por el danés Poul Henningsen son todo un icono y fueron presentadas en sociedad en el año 1924. Desde esa fecha, se fue ampliando la familia, los acabados y las versiones. La idea esencial era conseguir un efecto de luz difuso, gracias al viaje de la luz a través de las 3 pantallas, que generasen gran suavidad y confort. Lo ha conseguido, y quizás como pocas y sus caso 100 años de vida son la mayor muestra de ello.

La otra lámpara que vemos es un diseño del año 1957, por otro diseñador danés, Arne Jacobsen. El diseño nórdico no es cosa de ahora, viene de muy atrás, por mucho que algunos crean haber descubierto la rueda en los últimos años. Esta lámpara es un rediseño del clásico flexo, pero con una pantalla de gran personalidad y tremendamente reconocible. Ha sabido aguantar igual de bien el paso de los años y la familia se amplió, y hoy en dia la podemos encontrar como sobremesa, lámpara de pie o aplique.